Gabapentina
Gabapentina
La gabapentina está disponible con receta médica y viene en tres formas diferentes: como solución oral, en forma de tabletas o en forma de cápsulas. El fármaco viene en concentraciones que van de 100 mg a 400 mg para las cápsulas, y de 100 mg a 800 mg para los comprimidos. Generalmente, se prescribe a quienes sufren de epilepsia, aunque la gabapentina puede utilizarse para tratar el dolor asociado a la neuralgia posherpética o para tratar el SPI (acrónimo del síndrome de las piernas inquietas).
Cómo funciona
La gabapentina está aprobada por la FDA para el tratamiento de los trastornos convulsivos, así como para el tratamiento de los daños nerviosos, aunque el fármaco se utiliza ampliamente para el tratamiento de otras condiciones (usos no aprobados). Se utiliza en el tratamiento de la fibromialgia, el hipo, los síntomas de abstinencia de sustancias y alcohol o en el tratamiento de la hiperhidrosis.
El mecanismo exacto de acción no se ha explorado por completo, aunque se sabe que este anticonvulsivo trata las convulsiones disminuyendo los niveles de excitación anormal a nivel cerebral. Como analgésico, la gabapentina actúa cambiando la forma en que el cuerpo percibe el dolor.
Interacciones con otros medicamentos y precauciones
Si tiene problemas digestivos y sigue un tratamiento con antiácidos (independientemente de su naturaleza) debe evitar tomar gabapentina, ya que se sabe que los antiácidos reducen su eficacia. También se sabe que la gabapentina interactúa con la morfina.
Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia no deben utilizar nunca gabapentina, ya que este fármaco pasa fácilmente a la leche materna, lo que perjudica al bebé.
Cómo tomar gabapentina
Los pacientes deben tomar este fármaco exactamente como se lo indique su médico – la gabapentina puede tomarse con o sin alimentos, y los pacientes suelen empezar con una dosis inicial de no más de 300 mg al día – la dosis puede aumentarse o reducirse en función del resultado del tratamiento, así como de la aparición y la intensidad de las convulsiones. Lea atentamente y siga las instrucciones de la etiqueta.
Posibles reacciones adversas
Los tratamientos antiepilépticos pueden provocar varios efectos secundarios desagradables, aunque suelen desaparecer en pocas horas y no suponen una amenaza grave para la salud; aun así, no deben ignorarse. La retención de líquidos junto con los mareos son algunos de los síntomas más comunes, aunque no requieren necesariamente atención médica a menos que persistan.
Por otra parte, los estudios han revelado que los pacientes que están en tratamiento con anticonvulsivos tienen un mayor riesgo de comportamiento suicida, por lo que todos los pacientes deben estar bajo estrecha atención médica. Si nota algún cambio en su patrón de pensamiento o un empeoramiento de sus síntomas, póngase en contacto con su médico lo antes posible.