Lamisil es un antibiótico de la clase de los antifúngicos. Está destinado principalmente al tratamiento de las infecciones causadas por hongos. El ingrediente activo de Lamisil, el clorhidrato de terbinafina, actúa matando las células fúngicas, aliviando así los síntomas y despejando la zona afectada. Lamisil se suele recetar en dosis de 250 mg. Sin embargo, antes de comprar Lamisil en línea o de adquirirlo en su farmacia local, debe averiguar si alguna de las afecciones médicas que padece o los medicamentos que está tomando afectarán de algún modo al éxito de su tratamiento. Debe informar a su médico del hecho de padecer lupus, psoriasis o cualquier otro trastorno autoinmune, así como enfermedades hepáticas o renales. También son posibles las interacciones entre el clorhidrato de terbinafina 250 mg y otros medicamentos que pueda estar tomando, especialmente los antidepresivos ISRS, la ciclosporina, la rifampicina, los anticoagulantes, los betabloqueantes, los antidepresivos tricíclicos, otros antifúngicos y los inhibidores de la MAO. Debe ser consciente de esa posibilidad y hablar con su médico o farmacéutico sobre las opciones que tiene para evitar esas interacciones y así beneficiarse tanto del clorhidrato de terbinafina 250 mg como del otro medicamento. Existe la posibilidad de que los síntomas mejoren antes de que la infección haya sido tratada por completo. De todos modos, debe seguir tomando Lamisil de la forma indicada para asegurarse de que la infección se cura por completo y no se produce una recaída. Es posible que tenga que acudir a su médico con frecuencia para que le haga análisis de sangre y de hígado, para garantizar un tratamiento seguro y eficaz con Lamisil.

Efectos secundarios

Lamisil es muy seguro y bien tolerado, pero un pequeño porcentaje de pacientes puede desarrollar uno o varios efectos secundarios menores de todos modos. Deberá informar a su médico si tiene dolores corporales, fiebre, inflamación de los ganglios o síntomas de gripe. Al mismo tiempo, los efectos secundarios leves son más probables e incluyen náuseas leves, dolor de cabeza, erupción cutánea leve, diarrea, gases y malestar estomacal. Puedes continuar con el tratamiento si tienes algún efecto secundario leve, ya que suelen ser de corta duración e insignificantes.